Poco a poco, suavemente, sin que se note, voy escribiendo renglones en los que me derramo sin la seguridad que pudiera reportarme un tranquilo transcurso lleno de logros y obras. Con lentitud, con paciencia, con ese impulso añadido, sin que se me oiga. Así soy, así me comporto. Como las yemas de los árboles, pacientes, hermosas e incuestionables. Así escribo,…
“Quien camina lento (con lentitud), camina sano (con salud) y va (llega) lejos”. ¡Qué duda cabe que la frase italiana de la pintada no sólo suena mejor, sino que por sí misma y sin traducción ninguna que nos acerque su significado, es más verdadera que vertida al castellano literal que acabo de improvisar. Ya los mismos italianos acuñaron el dicho…