PESIMISMO SOCIAL FRENTE A OPTIMISMO INDIVIDUALISTA

En una pintada tan simple como ésta, se encuentran las dos actitudes básicas ante la vida. El mensaje en letras de imprenta hace gala del pesimismo (bien o mal informado), mientras que el que se encuentra debajo, garrapateado de manera apresurada e informal, aboga por el optimismo más desesperado. Pesimismo y optimismo. Botella medio vacía o medio llena.

Pero también subyacen otras dos actitudes elementales. Las palabras de arriba parece hablarnos a todos. El de abajo defiende sólo una postura particular. Resignado pesimismo social frente a una optimista rebeldía individualista.

Es verdad que cabe suponer muchas situaciones intermedias, de porcentajes variables y con resultados diferentes; pero en esencia todo se encuentra ahí, en esa pintada tan simple. De a cuál de ella nos adscribamos, dependerán los movimientos de nuestra existencia, y la calidad de nuestra vida. Eso sí, los más tontos y los ignorantes atribuirán a la mala suerte -o al destino- las desventuras y sinsabores a que les someta su transcurso.

Deja un comentario