FRACASO (MICRORRELATO)

El encargo fue muy claro: aquella mujer debía ser eliminada. Le fue entregada una suma muy generosa, pero debía llevarse a cabo esa misma noche. No hubo objeciones. Al sicario, memorizar los datos elementales de la operación, le llevó un par de minutos. Desplazarse hasta el apartamento indicado, apenas una media hora. Cuando, tras el sigilo inicial, abrió la puerta, el destello de aquel formidable cuerpo desnudo lo paralizó sin remedio. Fueron unos segundos. Apenas unos segundos. Suficiente para perderlo todo.

Deja un comentario