MIENTRAS TIENDE LA ROPA (MICRORRELATO)

En la terraza del ático, el niño aguarda. Sobre las 11 de cada sábado, la vecina del 2º, que huele tan rico, viene a mezclar su aroma con el de la fresca colada que sube en la cesta. El niño sabe de ella sólo unas pocas cosas: que vive en el piso de abajo, que es bajita, que se pasa el día cantándole a su bebé, que es muy guapa, y que siempre está contenta. Desde hace meses, la espía mientras tiende la ropa. Al principio, se sentía embobado ante su carita redonda y por los hoyitos que se le forman bajo los pómulos al sonreír: le parecía un ángel de dientes luminosos, que transmitía paz y alegría. Pero el niño se fija cada vez más en la carne desnuda que aflora con los calores de la nueva estación. Y no puede evitarlo. Se siente extraño, pero le gusta sentir la urgencia de mirarla. Por las noches piensa en ella. La recuerda, fantasea, la quisiera tener siempre cerca; acaso, acariciarla. Sabe que tiende la ropa más veces, pero siempre lo hace cuando está en la escuela, y esa situación le priva de poder verla otra vez. Hay días en que no consigue serenar su apetencia. Pero a medida que se acerca el fin de semana, se va tranquilizando cuando piensa en el sábado cada vez más próximo, en que ella subirá a la terraza con su cesta de ropa limpia, a tenderla en unas cuerdas que le quedan un poco altas, por lo que tiene que ponerse de puntillas, y entonces se le estira la falda del vestido, y se le ven un poco más los muslos, e incluso puede pasar que, en las partes más altas de la cuerda deba estirarse un poquito más, y, desde su escondrijo, alcance a ver su carne más rosada silueteada por esa prenda blanca que dibuja curvas asimétricas, y que cuando pudo contemplarla hace poco más de un mes, creyó haber hallado el paraíso, de tanto goce extraño y nuevo como sintió. Poco antes de que ella suba, el niño ha recordado abstraído de todo aquel momento revelador. Hasta llegó a temblar de emoción mientras tensaba a conciencia todas y cada una de las ocho cuerdas del tendal.

Deja un comentario