Belcastel (Aveyron, Occitania, Francia)
Julio, 2011 ----- Nikon D300
Un hibisco alberga en su interior un inquilino habitual; una abeja que trabaja en la zona sensible de la flor y hace lo que mejor sabe hacer: libar y recolectar polen. Que sus patas impregnadas del material genético de la flor lleven a cabo una labor no prevista por la abeja, no la molesta, pues no es consciente de ella. Pero sin esa acción, las plantas no podrían reproducirse. Modificado el fondo, demasiado blanquecino en el original
Julio, 2011 ----- Nikon D300
Un hibisco alberga en su interior un inquilino habitual; una abeja que trabaja en la zona sensible de la flor y hace lo que mejor sabe hacer: libar y recolectar polen. Que sus patas impregnadas del material genético de la flor lleven a cabo una labor no prevista por la abeja, no la molesta, pues no es consciente de ella. Pero sin esa acción, las plantas no podrían reproducirse. Modificado el fondo, demasiado blanquecino en el original
Etiquetas: AbejaAnimalComposiciónFlor