TRES HERIDAS CONTRA LA PETULANCIA HUMANA (RELIGIOSA)

El ser humano comenzó creyéndose el rey del universo. Sus religiones animistas no lo proclamaban así, cierto, pero en cuanto las monoteístas cambiaron el modo de mirar, el ego humano creció enteros a velocidad hipersónica. De ese modo, el ser humano había nacido -creado- en la Tierra, que era el centro del Universo, y todo giraba en torno a ella.…

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