La primera vez que contemplé una obra de Jean-Louis Toutain fue hace más de 20 años en el pueblo francés de Moissac, precisamente delante de la famosísima abadía románica de Saint Pierre. Allí en la pequeña placita que la antecede, hallé las dos primeras escenas de madres e hijos que este autor acostumbra a retratar en su obra. Inmediatamente me…