Hay que celebrar las efemérides. Sean las que sean. Las extraordinarias, las épicas o las gigantescas, por descontado. Pero también las modestas, como es la que traigo hoy a colación, que sólo interesa en realidad a mi persona, pero que publico por si a alguien pudiera hacerle gracia lo que aquí se cuente. Hay que celebrar las efemérides modestas, insisto, porque en la vida personal debemos diferenciar unos momentos concretos de tantos otros como vivimos que apenas son relevantes. Esos hechos, esas marcas personales, esos logros poseen una relevancia personal importantísima, pues constituyen ladrillos maestros, sin los que una vida no estaría bien construida ni asentada.

Quienes hayan seguido mi galería fotográfica en Flickr (2007) o mi blog desde sus inicios (2008), habrán podido ver algunos de mis logros personales, que tienen que ver la mayoría de las veces con haber llegado a un número concreto de entradas, fotografías, visitas, comentarios, etc. Pues bien, desde que encargué esta página web que sustituyó a los diversos lugares donde exponía mis textos y mis imágenes (comenzó a andar en diciembre del malhadado 2020), he subido muchas entradas de palabra, pero hoy he llegado a las ¡¡¡1.000!!! fotografías subidas al apartado “Fotografía” de este sitio que me alberga. Es una efeméride personal cuyo logro se ha cimentado en una de mis características más notables: la constancia, que otros prefieren llamar terco empeño, o simplemente tozudez.

Cuando diseñé las características de la web -que realizaron técnicos especialistas, no yo- tuve claro que la base de la página sería la que siempre fue: la edición de una fotografía y su inclusión en este espacio, a ser posible a diario. A falta de tres meses para cumplirse los 4 años del inicio, llego a la cifra mágica de 1.000, lo que arroja una media de 266 imágenes por año, que deja algo lejos lograr ese propósito de cotidianidad diaria. Sin embargo, estos cuatro años últimos han resultado muy turbulentos (bien que estimulantes y felices), y entre viajes, mudanzas, lesiones físicas, bajas, traslados de residencia y otros etcéteras, no ha sido posible acercarme a guarismos más “completos”. Cierto es que jamás voy a conseguir el pleno de 365 fotos en un año, porque cuando viajo no publico, y por fortuna no viajo poco. Pero la idea es que si estoy en casa, cada día una imagen nueva suba a su nuevo lugar en la red desde mi web.

Algunos amigos me han preguntado a menudo por mi omnívoro interés, aparentemente globalizador, y sobre todo, por el orden de las imágenes. Sólo una persona llegó a captar el orden que impera en esta exposición.  Ahora explicaré un poco en qué consisten ambos asuntos. Creo que mis escasos/as seguidores/as, fieles y agradecidos/as merecen esa información, y a mí me apetece dársela.

En primer lugar, no es que me interese todo-todo. Pero me acerco bastante. Y en los tiempos que corren, en los que llevar una cámara extraordinaria incorporada a un teléfono de última generación favorece mucho las cosas, es facilísimo tomar imágenes en cualquier circunstancia. De hecho, mi iPhone ha sustituido en los últimos tiempos con mucha ventaja a mi cámara Nikon (para alivio de mi espalda). Por tanto en cualquier momento, cualquier composición, situación, persona, etc. que llame mi atención, puede ser incorporada a mi ya nutrido banco de imágenes.

No me interesa todo, aunque podría parecerlo. Ciertamente, los diez temas que establecí en su momento para poner un poco de orden a la hora de elegir qué subir cada día, podrían ser muy abarcadores. Aun así, son sólo ocho (uno está representado tres días). El número entre paréntesis es el orden en que aparecen diariamente, que no es el orden alfabético en que los muestro:

1. 1. 1. Animales (2)
      2. Arquitecturas (7)
      3. Composiciones variadas (1), (3) donde se incluyen también macrofotografías y (9)
      4. Esculturas (5)
      5. Grafitis, pintadas y carteles (10)
      6. Paisajes (8), donde también incluyo el paisaje urbano
      7. Retratos (4)
      8. Robados (6)

Si hay tres días donde las composiciones priman, es porque es el capítulo donde más imágenes se acumulan, y así le doy salida a uno de los temas que más me gustan. De hecho, la imagen que coloqué hoy es la que por riguroso orden “correspondía”, y el azar determinó que fuera una de estas composiciones. Y no por azar, sino atendiendo a ese orden que establecí en su momento, cabría esperar que mañana la imagen mostrada sea un animal. Y así sucesivamente, sin solución de continuidad. Hasta que el cuerpo o el interés aguante. Que espero sea mucho tiempo. O al menos, el suficiente.

Mi reconocimiento sincero, a quienes se deciden a hurgar por el interior de mi web. Mis gracias infinitas a quienes, además, comentan y hacen más llevadera la soledad de la creación. ¡Espero seguir viéndoos en la siguiente efeméride!