Hay muchas formas de ordenar los libros. Cuando se empieza, y no se tienen muchos, un anaquel sirve, y ahí se van a depositar, uno a uno, ¿quién sabe?, si ordenados por colores, por grosores o cómo. Los niños, los adolescentes son peculiares en esos asuntos. Pero que levante la mano entre los letrosos del mundo, que no lo sea.…
Me encantan las estanterías de las bibliotecas, pero también me frustran, al igual que lo hacen las librerías, incluso las de internet. Hay algo que tiende a producir angustia en el hecho de estar rodeados de todos esos pensamientos y voces distintos que nos recuerdan que, por mucho que vivamos, nunca conseguiremos leer ni una ínfima parte de los libros…
Algunos tal vez ya lo sepan, la mayoría no, pero yo… sí, yo también tengo mis vicios. Son aburridos para los demás, y confesables, para más inri, pero ¿qué le voy a hacer? Hoy sólo hablaré del vicio que más dinero me saca -sin que ello me aboque a la ruina más inmediata, eso sí-: se trata de la compra…
1975 fue un año redondo. Por una parte, tiene lugar un hecho capital en mi existencia. Por otro, muere Franco. De esto último, hablaré otro día. Por aquel entonces, e iniciado mi último curso de la EGB, yo era un consumado lector de tebeos que me bebía con la colaboración de alguna vecina y de adecuados intercambios que en aquel…
Un día sin libros no puede ser completo. Yo, al menos, no lo concibo. Cuando por determinadas circunstancias no puedo leer nada que no sea la gallofa habitual de la prensa, la publicidad o los suplementos, hay alguna proteína interna que se queda a medias y cumple mal su función, contagiando a otras por contacto, e impidiendo que los goces,…
No sé cómo alejar de mí esta sensación de pesar constante, de perenne culpabilidad. Soy consciente de que entendí sin problemas cuanto me dijeron sobre aquella biblioteca medieval. Me acuerdo perfectamente de las palabras de aquella docta guía que nos habló de los famosos códices, sellados durante siglos, de los tipos de encuadernación, de la forma especial de guardarse, del…