INFIERNO: El existencialista bizco —Sartre— adujo que lo constituían los otros, lo cual estaría muy bien si él no se hubiese excluido hábilmente del amplio capazo donde se incluyen “los otros”. En realidad, el infierno es fácilmente observable por doquier sin necesidad de recurrir al sublimador florentino —Dante— ni a esperas trascendentes (se puede apreciar en cualquier país de latitudes tropicales, o en cualquier familia al uso, sin ir más lejos). Las modalidades que puede llegar a alcanzar son infinitas, como las augas do mar.
INFINITO: Inconcebible pero muy utilizada magnitud, compuesta por no se sabe qué, a lo largo de no se sabe cuánto espacio, y mejor no imaginarse durante cuánto tiempo.
INFORTUNIO: 1. Ninguneo al que nos somete la diosa fortuna de continuo, sin hacer caso de nuestras preces continuas ni de nuestra injustificada fe en su influencia. 2. Desgracia que ocurre cuando no sólo la fortuna nos ignora, sino que nos pone zancadillas y nos pega pataditas en los bofes, o en los belfos, que duele más.
INGENIO: Facilidad en el fuego de artificio verbo-mental, cuyo carácter brillante y deslumbrador, bien que efímero, confunden los incautos con la inteligencia.
INGENUIDAD: Forma de comportamiento que, en contra de los más elementales principios que inculca la supervivencia, actúa sin prever la maldad en los demás o los obstáculos que se vayan presentando. Suele ser fuente de tremendos batacazos en quienes la poseen y de grandes negocios para quienes se valen de la que poseen los demás.
INGRATITUD: Omisión en el pago del verdadero costo de un beneficio social o de cualquier tipo de prebenda. En términos de economía, se hablaría de impago voluntario de los intereses devengados en cualquier tipo de operación.
INJUSTICIA: Término abstracto y general que se emplea para denominar de una forma poco soez o malsonante al cúmulo ingente de despropósitos, explotaciones, extorsiones, corrupciones, malos tratos, asesinatos, robos, genocidios y otros comportamientos habituales en nuestra especie.
INMODESTIA: Alabanza que alguien efectúa sobre sus propias hazañas o sus cualidades, entendiendo que éstas son notables y dignas de tales elogios. Como no ofrecen la cuota de humillación que como contrapartida todo éxito debe ofrecer a la concurrencia, es cualidad muy poco tolerada.
INMORALIDAD: Contravención de la moral imperante en un momento dado, lo cual motiva rechazo en ese momento concreto; pero si se resiste el tirón, y se espera un tiempo, cuando esa mentalidad cambie —y siempre cambia—, el otrora inmoral pasa a ser un pionero de la nueva moral. Y es que la rapidez de reflejos y la flexibilidad del poder en esta faceta siempre ha sido proverbialmente escasilla.
INMORTALIDAD: Aspiración de un buen número de ignaros —son legión—, que no prevén el enorme aburrimiento y la soledad y el hastío que produciría estar viviendo siempre, a la par que nuestro cuerpo siguiera envejeciendo, lo fuéramos sabiendo todo, nada nos sorprendiera y la gente querida fuese desapareciendo paulatina e invariablemente.

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